Tengo un caracol y lo encontré en la casa de mi abuela, más específicamente en el patio que está afuera de la casa de mi abuela, que de hecho vendría a ser un jardín ebuelesco donde toda la gente que vive en el ASILO!!!... Haaa se asustaron, pero no, no es un asilo, solo que no recuerdo la palabra para denominarlo, parece que es frailesillo o algo que ver con los curas, pero lo cierto, es que es le llama también pasaje, es el popular pasaje que está al lado de otro que es igual, y donde en ambos viven varias personas con una cantidad de años impresionante, por ejemplo mi abuela tiene entre 60 años y 745 años, pero se puede especular acerca de ello porque las abuelas nunca dicen la edad, tampoco abuela porque suena a viejo.
Estaba buscando un caracol de tierra, y lo encontré, y ahora lo tengo en un frasquito de plástico (plastiquito). ¿Por qué? Pues porque me acordé de mi primo que una vez tenía un caracol que se llamaba “Capito”, era un caracol ninja que desapareció misteriosamente, las malas lenguas dicen que murió aplastado por mi primo que justamente me lo contó también. Posteriormente mi primo en una casa donde había un cumpleaños y una piscina, así una huerta afuera donde habían lechugas o algún vegetal similar –ya que como era muy chico no estaba seguro si las lechugas salían en árbol o de la tierra…o estaba bajo la tierra, quien sabe, podrían haber sido un tubérculo como las sandías subterráneas de Japón- ahí encontró un misterioso caracol… exacto, era Capito, fue un gran reencuentro que duró como media hora, ya que en el momento en que mi primo descubrió que Capito no era Capito, sino que era un impostor, simplemente hizo lo mismo que habían dicho las malas lenguas de lo que había pasado con Capito, así que metiendo a Capito-impostor en su respectivo ataúd de caja de fósforo, le dio fin al martirio diciéndole: “por hacerte pasar por Capito!!”, y lo pisó.
Así que ahora tengo el caracol en memoria de Capito y su impostor, que era un muy buen impostor, alguien que no hubiera sido un maestro detector de impostores no lo hubiera podido diferenciar. Por otra parte, también tengo un caracol, haber si un día descubren si la baba de caracol además de servir pa la cara, sirva también pa la calva, porque así como vamos la gente se va a deslumbrar cuando me vea, y no va a ser por lo bakán.
Bueno, eso es lo que tenía que decir, si solo supiera que es epístola, se parece a pistola, pero la “e” le da un toque mensajeríl…cartíl. Otro día les cuento la historia de Pepito… el valiente muñeco que sabía artes marciales y que murió luchando contra el remolino de la lavadora, así que RIP, QEPD y QIQSERC.