SUPER RECETA DE LA SEMANA

Pan malo: mezcle un gramo de pan, un kilo de ají, una pizca de basura y metalo al horno por 5 horas hasta que explote.

sábado, 15 de marzo de 2008

Página en desestrucción

Hoy después de un largo periodo estival, con viajes de poco menos que un adiós... adió!. Revuelvo a lo mismo, porque revolver es más que solo tomar una cuchara con una mano y hacerla girar para preparar una poción o también agua con poción. Es volver a hacer lo mismo en un giro inesperadamente desigual al anterior… o sea lo mismo sin eso.

En fin, ojala que lo que se revuelva sea una poción, porque las pociones son como las pócimas pero menos inocentes, porque al final todos sabemos que las pócimas son para mejorar a la gente o para hacer más fuertes a los gonnies (o grovis?... eran unos osos chicos de colores): “hoo sii… tomate esta pócima secreta de la fuerza” o “esta es pócima milenaria de la felicidad eterna te hará feliz pero solo si crees en el verdadero amor”. En cambio una poción es más malvada en si misma y tiene el color medio lila oscuro de la muerte! Death!!. Es así como las cosas lilas de la muerte no temen en decir: te mataré! pero con sinceridad verdadera, no a medias aguas como las pócimas que son secretas y ocultan la felicidad tras estrellitas mágicas.

Por ejemplo el repollo morado no alcanza a ser mortal porque es morado… pero si fuera lila morirías! O como el lápiz lila que es claramente mortal y tiene calaveras de pirata, en la caja lo dice, algo así como “…no se recomienda para niños menores de tres años por contener partes pequeñas (de lápiz lila) que podrían ser tragadas”, y aparece un niño triste encerrado en un signo de restricción, ese niño tiene cara de fiambre porque está tentado a comerse el lápiz y cuando sea grande probablemente será drogadicto y morirá porque de solo haber visto el color lila habrá quedado pasmado por su veneno… de hecho todos los que hayan visto el color lila morirán, de hechos todos morirán… aunque no hayan visto nada, ese es el poder de la poción lila… a menos que tengan pócima.

Rerré… Adió